Guitar resources - Recursos de Guitarra

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Crónica de mis aventuras en Hollywood

En abril de 2007 decidí hacerme el mejor regalo de cumpleaños que me he hecho jamás: cumplir mi sueño, estudiar Guitarra Eléctrica en el GIT de Musicians Institute en Hollywood, California, una de las escuelas de música más prestigiosas del mundo.

 Lo comencé a preparar todo hace más de un año, títulos, pasaporte, visado, CD con mi música para pasar la prueba, préstamo de estudios en el banco, currar como loco para pagarme parte por adelantado... Lo cierto es que al principio lo veía como eso, un sueño, pero tenía que intentarlo.

Cuando recibí la carta no me lo podía creer, ¡me habían admitido! 😄 Así que preparé todo, hice las maletas, me despedí de mi familia y amig@s y me embarque en una aventura de la que he salido ileso, mas no sin marcas de por vida a todos los niveles: físico, psíquico, emocional, profesional...

La llegada allí fue impresionante, me alojé en Venice Beach (más alejado de Hollywood de lo que yo pensaba), y a disfrutar de la playita. Pero jamás se me olvidará mi bajada por Hollywood Boulevard desde la calle Fairfax, flanqueado por altísimas palmeras como todas las calles de Hollywood y acompañado de las gaviotas que revolotean por todas partes con su graagh!!!

Estuve alojado en un hotel una semana y media, lo cual fue una pasta, pero por fin me topé con 7104 Franklin Avenue, lugar que recordaré por siempre, al estilo Melrose Place, con mi piscinita y todo y que quedó inmortalizado en esta canción.

Al poco tiempo tuve mi examen de ingreso para ver mi nivel, y no me lo podía creer, pasé a nivel 2 directamente por lo que me ahorré seis meses de escuela (gracias Óscar Pacho y a La Factoría de Músicos de Madrid, por los años de técnica, armonía y canciones rockeras) y en Ear Training, entrenamiento auditivo pasé a nivel 3 (y esto gracias a Tamao Totsugi, mi superprofe japonesa que me puso las pilas antes de irme)

Tras un recibimiento en los que los profes nos dieron un concierto con todo tipo de estilos, el primer día de clase también fue para no olvidar, 30 alumnos con su guitarra eléctrica mirando a Tom Kolb, un profe enrollado de verdad, con su tupé rockero a lo Rolling Stones y su guitarra Fender Stratocaster de sabor añejo.

 

El primer quarter (trimestre) fue intenso, y pasó volando, sin darme cuenta, con mi amigo Paco, el médico de Valencia que conocí en el avión y que me enseñó toda la ciudad de Los Ángeles, los museos y las playas, y con el que disfruté de dos partidos de béisbol, uno de baloncesto, un concierto de música contemporánea y muchas conversaciones filosóficas en las que casi acabamos a palos 😅

En el GIT de Musicians Institute estudié mucho, desde lectura, entrenamiento auditivo, acordes y escalas al por mayor, pero sobre todo nos enseñaron a ser músic@s, a desenvolvernos en el escenario improvisando en todos los sentidos, a tener claras nuestras metas y a tener una mentalidad de éxito a nivel personal y profesional. 

 Recuerdo que nos decían frecuentemente: "leed el cartel, aquí pone Musicians Institute, el Instituto de los Músic@s, aprended bien los básicos y aprended canciones!".

 Siempre que podía me metía en los Open Counseling, es decir, sesiones abiertas en las que te metías con el profesor que querías de la escuela y le preguntabas lo que querías y tocabas con él. Tuve la oportunidad de tocar y aprender de maestros como Scott Henderson, Allen Hinds ó Carl Verheyen.

Luego estaban los RSW, en los que tocabas canciones en todos los estilos y a banda completa. Toqué todos los clásicos del rock, desde Can’t Get Enough de Bad Company hasta Highway Star (el solo facilito, na, dos notas, está tocao’), de Bossa Nova, Funk, R&B, Alternativo... y toqué alguna de mis canciones acústicas que tuvieron bastante buena aceptación.

Durante el break (mini-vacaciones de quince días) me dediqué a conocer más de la ciudad, a ir a la playita a surfear con mis amigos dominicanos, a bailar salsa, a jugar al fútbol, a ver musicales y alguna película filosófica de esas que te cambian la vida y hacer un poco de Tai Chi a lo Karate Kid.

El siguiente quarter o trimestre fue decisivo, gracias a mi profesor Chas Grasamke aprendí a indagar más en profundidad en lo que más me gustaba de la música: la Composición o Songwriting, una asignatura que en España es difícil de estudiar a no ser que estudies en el conservatorio, pero que en los países de habla anglosajona es básica, por lo que si quieres estudiarla ponte en contacto conmigo, y te transmitiré todo lo que aprendí y sigo aprendiendo.

Le elegí profesor particular porque me gustó mucho la asignatura de Accelerated Learning del primer trimestre, en la que aprendimos a aprender de forma organizada y sabiendo lo que queríamos aprender y para qué lo aprendíamos. El nivel pedagógico de esta escuela está mucho más alto de lo que yo me esperaba.

Pude ver en directo y conversar con Andy Timmons, Jeff Kollman, Steve Vai o Paul Gilbert y otros grandes de la guitarra. Es una escuela llena de talentos en cada esquina, con la más alta tecnología y equipación y lo que es mejor abierta 24h. para irte con tu grupo a ensayar o lo que quieras. 

Yo tuve una banda de R&B/gospel a lo Stevie Wonder, casi todo negros, que cantaban como ángeles. Fue una de las mejores experiencias que tuve a nivel musical y personal. La energía y el humor que desprendía esta gente es indescriptible.

Este segundo quarter se me hizo más cuesta arriba, empecé a adentrarme en cosas que me eran más desconocidas, como la modulación y la escala menor armónica. La lectura se hizo complicada, pues teníamos que leer fusas, es decir 32 notas en un compás de 4/4. Y cuando digo leer me refiero tocar con la guitarra, ¡telita marinera! Eso sí, aprendí a leer con soltura y ahora estoy contento de poder coger mis libros de Joe Satriani y Eric Johnson, mis guitarristas favoritos y sacarme los temas tranquilamente.

Y nada, muchas barbacoas con mazorcas de maíz, chicas y chicos guapos, piscina, muchas fiestas, mucha buena gente de todos los países del mundo, grandes amigos latinoamericanos, muchas fotos y mucho deporte. Yo me deslizaba con mi monopatín por las calles de Hollywood Blvd y Sunset Blvd, hacía yoga, gimnasio, natación, fútbol, un montón de deporte.

A pesar de todo esto, al final, cuando ya quedaba poco para acabar, me entró el agobio con los exámenes, con la vuelta a casa y el préstamo que tenía que pagar, con el futuro del músico que es incierto en nuestro país y con toda mi filosofía que no paraba de rodarme por mi cabeza y entré en una ansiedad de espanto. Estuve tres o cuatro días con insomnio con lo cual se me acentuó y cuando ya me estaba recuperando, tuve Jet Lag al venir (desfase horario).

Pero bueno, acabé los exámenes con éxito, dije adiós a mis muchos y buenos amig@s y me dispuse a despertar del sueño, o película que viví en Hollywood, California.

Y ahora estoy de vuelta en mi España querida a la que no cambio por ningún lugar del mundo, dispuesto a darlo todo y a entregarme con pasión a aquello que me da la vida: la Música.

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SANTIAGO PIGMALIÓN

3 comentarios :

omacia dijo...

Me ha encantado leer tu blog. Me fascina la ilusión con la que escribes y la tenacidad con la que has perseguido tus sueños. Chapó.
Espero que a partir de ahora sigas adelante con la misma ilusión.
Suerte.

Omacia

Unknown dijo...

Me gusta tu estilo de escribir, Santiago, también el optimismo y la buena fé que tienes...¡Mucha suerte, en todo lo que te propones!

Santiago Pigmalión dijo...

Muchas gracias Daniela!! Igualmente, te deseo mucho éxito en todos tus emprendimientos!! :)

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