En la actualidad, existen una gran
cantidad de músicos y bandas que bajo la bandera del rock progresivo, están
influenciando y maravillando a propios y extraños con niveles técnicos
increíbles, así como con propuestas filosóficas y conceptuales que dotan al
género de una artisticidad indiscutible.
Es por ello que hoy en día nombres
como Dream Theater, Tool, Porcupine Tree, Symphony X, entre otros, gozan de un
prestigio producto de la búsqueda y
logro de una identidad propia. Sin embargo, también es verdad que son pocas las
nuevas propuestas dentro de este gran género, por ello y para fines de este
artículo, considero importante regresar un poco en el tiempo y recordar a
pioneros como King Krimson, Yes, The Mothers of Inventions, Procol Harum;
todos ellos son investigadores y creadores por excelencia.
De alguna manera,
creo que en general, el rock actual, ha perdido ese sentido de desarrollo
teórico que era esencial entre 1965 y 1975. Si bien la complejidad en la
ejecución de las piezas siempre estuvo presente, también podemos escuchar la
apropiación de músicas, compositores y tendencias tan diversas como Stravinsky,
Bela Bartok, Thelonious Monk, el mismo
Charlie Parker o la música concreta de Pierre Schaeffer. Además de esto,
también se tomaban influencias de diversas artes; pintura, teatro, literatura
etc.; y por supuesto, la filosofía también estaba presente. Todos estos
elementos dieron origen al gran monstruo que conocemos ahora como progresivo;
también creo, que si logramos retomar este estudio y con un gran esfuerzo, tal
vez podremos aportar para que esta bella música siga creciendo.
Es por ello que
propongo una forma de investigación dentro de la teoría artística en general, en
pro de enriquecer la música, con el principal objetivo de lograr un lenguaje
estético variado y aplicable a la composición. Probablemente nos preguntemos
¿Por qué profundizar en elementos teóricos en una época en la que prácticamente
se ha dicho todo? Además de esto, es bien sabido que la música es un camino que
no tiene fin. Bueno, mi respuesta sería que el hecho de conocer uno o dos sistemas
de composición y de hecho manejarlos de manera excepcional, no tiene por qué limitarnos y dejar de buscar cosas nuevas para aportar a nuestros sistemas
creativos. Además, considero que en la actualidad existe una tendencia en
cuanto poner la parte técnico ejecutora por sobre el discurso y/o contenido de
las piezas. Esto es, entre otras cosas, porque hoy en día se da prioridad al
show, a la parafernalia escénica y hasta cierto punto a los malabares
instrumentales. No niego que tienen una importancia dentro del gran cuerpo que
conforma un producto artístico musical, no obstante, el volver nuestros ojos a
las entrañas de nuestras herramientas de trabajo, sonido, ideas, conceptos
formas, etc.; tarde o temprano caeremos en una frivolidad que dará como resultado
música carente de alma.
Recordemos que la técnica debe existir en función de la
música, la teoría también debe realizarse en función a la música y el
espectáculo debe realizarse en función a la música, por ello, aunque no soy
partidario de creer que como músicos debemos saberlo todo, es importante
encontrar un equilibrio entre estos elementos. Además, la experimentación
siempre nos llevará a encontrar una voz interna. Recordemos que el ser humano
es un ente creador por naturaleza, de ahí la famosa frase que reza: “De artistas y locos todos tenemos un
poco”.
Esto es verdad, la creatividad es esencial para nuestro desarrollo
cognitivo, sin creación nos sería imposible existir. Sin embargo, hablando de
círculos especializados, como el arte, a veces pareciera que ya todo está
dicho, o que difícilmente podríamos encontrar la manera de construir un sistema
que nos de un sello característico y de esta forma no perdernos en la
inmensidad del circuito de la música. En lo personal, si bien creo que no se
puede y no es necesario encontrar el “hilo negro”, defiendo la postura de que
al especializarse en alguna materia artística específica y nutrirla tomando
elementos de otros campos tanto del arte, como de la ciencia y prácticamente
cualquier cosa; es posible crear un lenguaje que nos lleve a encontrar una voz
propia. En mi caso, la música es mi actividad principal, dentro de ella, me he
especializado en la guitarra eléctrica y a la vez mis proyectos han sido
mayormente de progresivo. A la par de esto, al conocer el trabajo de músicos
como Scriabin, aproximadamente desde hace 5 años, me interesé en las relaciones
entre música y pintura. De manera tal que desde entonces trabajo en desarrollar
métodos de composición en donde empleo diversas maneras de relacionar estas artes.
No se trata solo de otorgarle una nota musical específica a un color
determinado, se trata de un diálogo entre dos disciplinas que son tan distintas
como iguales entre sí. De este modo, deseo compartir algunos de los
procedimientos que he encontrado, con el afán de impulsar a los lectores y
despertar en ellos el deseo de encontrar su propia voz.
En primer lugar, retomaré algunos conceptos de la semiótica estética,
propuestos por el semiólogo italiano Luciano Nanni, para poner cimientos
teóricos sólidos en los experimentos de composición que realizaremos. Entonces,
es necesario comprender que el arte, entre muchas cosas, es comunicación. Para
que dicha comunicación se dé es necesario utilizar un código privado que
permita el intercambio de información tanto entre las diferentes artes, como al
interior de cada disciplina; esto abarca creadores, críticos y público en
general; a este lo llamaremos, ideolecto artístico. Para que este código
funcione necesitamos un lenguaje, es por eso que tomaré el concepto de
“poética” derivada de la “poiesis” griega, este puede ser entendido
principalmente como “lenguaje del arte” aunque también puede utilizarse como
“manera de hacer”. En síntesis, la “poética” es el lenguaje articular que
utilizamos para hacer arte; de manera tal que al hablar de la poética de por
ejemplo Yngwie Malmsteen, nos estaríamos refiriendo al uso frecuente de escalas
menores armónicas, la importancia del acorde b5 en sus temas, así como el
recurso de la nota pedal en sus melodías, etc.
En segundo lugar, haré hincapié en tener en consciencia de que esta
analogía entre pintura y música, no pretende ser una
verdad absoluta, solo esperamos lograr encontrar puntos de comunicación entre
dos disciplinas, para posteriormente crear ideas y conceptos que nos ayudarán a
crear una poética propia. Por lo tanto, a modo de experimento, le otorgaremos a las pinturas un valor
sígnico por medio del cual podrá
sostener una conversación con la teoría musical, utilizando elementos y recursos propios de la armonía u otros sistemas de composición como el dodecafonismo. De esta interacción es posible obtener datos formales y/o
simbólicos de los cuales se extraerán significados que darán una respuesta a la
relación existente entre las dos disciplinas en cuestión. Es decir, el
resultado será lo que denomino musicalidad en la pintura la cual
podemos interpretar con música.
En esta ocasión, los materiales
que utilizaremos serán principalmente los escritos de Kandinsky. En su
libro De lo espiritual del arte. W. Kandinsky explica su “poética” basada en el parentesco que existe entre la pintura y
la música. También en algún momento, podemos partir la
composición de los ejercicios y/o ejemplos, directamente de algunas pinturas
del mismo autor, estas las mencionaremos conforme se vaya presentando la
oportunidad. De igual manera, mantendremos como base los siguientes libros:
“Armonía” de Walter Piston, Jazzology”
“Armonía Tonal Moderna” de César A. de la Cerda, “Tratado de armonía” de
Arnold Shoenberg. Así podremos asegurar un cimiento teórico sólido que pueda
sustentar nuestra nueva propuesta de poética y sistema de composición.
Ahora, buscaremos una definición
de “forma artística” ya que será uno de nuestros referentes en el desarrollo de
nuestro sistema de composición. Así pues, al hablar de “forma”, nos estamos
refiriendo a la manera de estructurar los elementos dentro la composición de
una obra de arte. Por ejemplo en música sería preguntarnos: ¿Cuantas partes
tiene? ¿Cuantos coros lleva y en qué momentos? ¿Cuantos temas y variaciones
contiene? En cuanto a la pintura, hacemos alusión a temas y/o géneros, así como
a las características que dan identidad a los mismos. Por ejemplo: ¿Vemos un
bodegón? ¿Pintaremos un Paisaje? ¿Utilizaremos abstracción? Etc. En ocasiones
es fácil confundir entre “composición” y “forma”, ahondaremos en esta
diferencia en futuros artículos; por ahora, solo debemos tener en cuenta que la
forma es un elemento de la composición.
Continuando, trataré de explicar
brevemente la manera en que la forma interactúa con la música y con la pintura. Para
ello me referiré a dos cita, ambas tomadas del libro de Kandinsky “De lo
espiritual en el arte”. En primer lugar Goethe dice: El sonido musical penetra directamente en
el espíritu. Inmediatamente encuentra en él una resonancia, porque el hombre
lleva la música en sí mismo. La segunda le corresponde a Delacroix y dice: Todo
el mundo sabe que los colores amarillo rojo y naranja, despiertan las ideas de
alegría y riqueza. En las
frases anteriores, podemos vislumbrar el impacto sensitivo
que tienen ambas artes en el espectador; se trata de una
reacción generada por la manipulación de los elementos propios de cada
disciplina, los cuales son encausados por el artista. En el mismo libro, en el
capítulo, El lenguaje de las formas y el color, Kandinsky asegura que determinados colores son resaltados
por diversas formas e igualmente pueden
mitigarse entre si. De suerte que crean relaciones de tensión, reposo,
consonancia y disonancia. Esta relación es exactamente igual en el campo de la
armonía dentro de la música. A grandes rasgos. La tonalidad en el sistematemperado, se basa prácticamente en la tensión que ejerce un acorde sobre otro,
dicha tensión tiende a buscar reposo en otro acorde el cual es considerado la
base tonal de la obra o pasaje musical en cuestión.
Dice Kandinsky también en el capítulo El lenguaje de
la forma y el color, del mismo libro, De
lo espiritual en el arte: “La forma tiene por objetivo recortar sobre un
plano, por medio de su limitación, un objeto material, es decir, trazar su
dibujo sobre el plano”. En la
música de la práctica común ocurre exactamente lo mismo, pero en el ámbito del
tiempo. De este modo la forma delimita un conjunto de frases que forman un periodo musical. Es decir, la melodía dibuja una linea en el
tiempo, esta melodía está compuestas por frases que a su vez se forma con base
en motivos. Esta primer melodía forma un periodo ”A" a la cual le sigue
otro periodo con las mismas características formativas, pero puede ser solo una
variante "A1" (o A prima) o una idea completamente distinta "
B" Por lo tanto, una forma musical se podría representar de la siguiente
forma ABA1-C ABA2 que sería la correspondiente a una sonata clásica.
Kandinsky continúa diciendo, “La forma puede permanecer
abstracta”, es
decir, no define a un objeto real. En este punto se
refiere a las formas geométricas a las que recurría frecuentemente en sus
composiciones. En cuanto a lo que a música se refiere, en
este caso probablemente lo podemos analogar con el rompimiento de la armonía
desde la composición modal o la atonalidad y el serialismo o mejor aún, con el
minimalismo en el cual encontramos un logro importante dentro de la abstracción
en la música. Continuando con el capítulo del libro de Kandinsky expone dos problemas que surgen durante el
proceso de composición en la pintura, los cuales en
realidad derivan de los aspectos tocados con anterioridad:
Primer
problema: A la forma le compete la composición general del cuadro.
Segundo
problema: A la composición busca crear nuevas formas.
Como ya describí, con la música sucede lo
mismo, la forma determina la composición
general de la obra y al mismo tiempo delimita las partes internas, desde
pequeños motivos, temas, o hasta movimientos. Así mismo, la
forma nos invita frecuentemente a romper esquemas y proponer nuevas maneras de
organización para lograr (o por lo menos intentarlo) nuevas sonoridades con
respecto a las que utilizamos cotidianamente.
Finalmente, hemos visto que el ideolecto artístico, es un código privado que permite el intercambio de
información dentro de un círculo artístico el cual abarca creadores, críticos y
público. La poética, es el lenguaje del arte; son los recursos que utilizamos
para crear; sistemas armónicos, acordes específicos, técnicas; es similar a lo
que comúnmente se le llama estilo, aunque en este caso, la poética solo abarca
el proceso de creación. También sabemos que la
forma artística, es un elemento compositivo análogo en las
artes, esta actúa básicamente de acuerdo a la naturaleza la disciplina en cuestión, ya sea de la música o de la pintura y es la encargada de dar orden a los elementos dentro de la composición.
Por ahora solo llevamos la primera parte de un largo proceso. Es verdad que el
proceso de teorizar suele resultar árido, sin embargo, muy pronto pondremos las
palabras en música y todo cobrará mas sentido. Hasta aquí es demasiada
información que hay que procesar, así que continuaremos en el próximo artículo
exponiendo ya algunos ejercicios prácticos.
NÉSTOR GUADALUPE HERNÁNDEZ ÁVILA
https://nestorhzgtr.wordpress.com/
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